Esta es la típica receta que gana con el tiempo una vez está hecha. Está mejor de un día para otro y si me apuras, hasta te aconsejaría que dos días. Pero esto es como todo, cuestión de gustos.
Con las cantidades que te voy a dar, va a salir mucha, así que, si quieres, puedes hacer la mitad.
Se puede acompañar con todo lo que se te ocurra, al fin y al cabo es una simple y llana salsa de queso y cerveza. Me gusta con galletitas saladas, bastoncitos de verdura o dátiles aunque también puedes untarlo sobre rebanadas de pan.
Le puedes espolvorear pimentón dulce o picante, cominos, semillas de sésamo, incluso picarle algo de ajo negro. El sabor dulce de esos ajos, le va bastante bien.
Hace poco, mi primo (¿lo ves? Polo, al final te nombro) me trajo un tarrito de ajos negros. Por cierto, riquísimos. Saben casi como el regaliz, al menos a mi me lo parece. Y creo que ya no me van a faltar en la cocina.
Ingredientes:
1 lata de cerveza (33cl)
250g de queso crema
200g de queso emmental rallado (o el que os guste que funda bien)
Sal
1 ó 2 dientes de ajo (si te gusta el sabor, ponle dos)
Aceite de oliva virgen extra (para echarle un hilo justo antes de comer)
Elaboración:
Echas la cerveza a un cazo.
Picas el ajo todo lo que puedas o lo prensas con el prensador de ajos.
Lo añades a la cerveza y dejas que hierva dos o tres minutos.
Echas el queso crema y mezclas muy bien.
Terminas añadiendo el queso emmental rallado y de nuevo vuelves a mezclar con ayuda de las varillas hasta que se haya fundido todo y quede como una crema espesa.
Pruebas y rectificas de sal.
Echas la salsa a un recipiente y lo dejas enfriar en la nevera unas 4 horas como mínimo.
Mi consejo es que lo dejes más tiempo. Como dije más arriba cuando más me gustó fue cuando llevaba hecho un par de días.
Lo sirves en cuencos pequeños e individuales. No eches más de tres cucharadas, aunque esto mejor lo calculas tú a ojo. Yo usé esa cantidad. Le echas un hilito de un buen aceite y ¡a comer!
Va por ti.
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Vienen genial para reuniones de familia o amigos. Un besazo.
Si, y la gran ventaja de poder hacerlo un día antes. Además es aconsejable prepararlo con antelación porque gana en sabor. No tiene nada que ver recién hecho a comerlo pasadas 24 horas.
Saludos.
Q buena pinta, y que fácil de hacer, eres genial, me encantan tus recetas. Esta va para la próxima comida con los amigos. Luego te cuento.. Ah! Te manda besos mi mujer 🙂 Chao!!!
Gracias.
Dale dos besos de mi parte a tu mujer.
🙂