Este es uno de los guisos que me encantaban de pequeña. Recuerdo que mi abuela Amparo lo hacía alguna que otra vez y a mi madre le salía y le sigue saliendo también muy rico y ha sido ella la que ha conseguido que esta sea una de las recetas que más gusta a mis hijos. En este caso, las abuelas han jugado un papel importante y por eso esta receta, tenía que estar en mis comidas manchegas favoritas, esa sección que dedico a las comidas de mi vida por lo que me gustan y por los recuerdos que me traen.
Es un plato que se hace durante todo el año, pero que cobra más protagonismo durante Semana Santa o los viernes de Cuaresma.
Sobra decir que el bacalao hay que desalarlo 24 horas antes cambiando el agua cada 4 o 6 horas. Si lo empiezas a desalar 48 horas antes, puedes cambiar el agua cada 8 horas.
Ingredientes (5-6personas):
500-600g de bacalao en salazón
1 cebolleta o cebolla tierna grandecita
1 pimiento verde
2-3 dientes de ajo morado
1/2 cucharadita de postre de pimentón picante
4 patatas medianas
3 puñados de arroz (bomba a ser posible)
Agua
Un par de hohas de laurel
Sal (si fuese necesario)
Aceite de oliva virgen extra (una cucharada por persona y si quieres, una más de regalo)
Un pellizco generoso de orégano (opcional)
Elaboración:
Picas (a mi me gusta en brunoise) la cebolleta, el pimiento y los ajos.
Lo sofríes todo junto con las hojas de laurel. Si quieres, puedes añadir un poco de orégano, le dará buen gusto.
Cuando esté todo sofrito, añades el bacalao que previamente has partido en trocitos ni muy grandes ni muy pequeños.
Fríes un poco el bacalao y lo retiras, dejándolo en un plato o fuente. Procura que sacar sólo el bacalao y deja en el cazo los demás ingredientes del sofrito.
Añades el pimentón y seguidamente el agua para evitar que el pimentón se queme y amargue. La cantidad de agua la echo a ojo. Calculo para que cubra las patatas unos cuatro dedos por encima y me de para cocer el arroz sin que se asure. Asurado es la palabra que usamos en mi casa cuando un guiso se queda sin caldo.
Después, pelas las patatas y las partes en trocitos pequeños pero rompiéndolas un poco para que liguen el caldo. Ya sabes..
Cuando las patatas estén a media cocción, añades el arroz y el bacalao.
El guiso estará hecho cuando el arroz esté cocido.
Si es necesario, rectificas de sal.
¡Y ya está! ¡A disfrutarlo!
Esta vez, con tu permiso, va por mi madre y por mi abuela Amparo.