Miguel (el Peluca), Francis (el Tejo), Vicen, Santi (el Largo), Luis y Javi (mi marido al que también llaman por el apellido) coincidieron en la Escuela de Minas de Madrid (ETSI Minas-UPM) allá por los años 80 pero por circunstancias de la vida cada uno «ha tirado para un lado» así que, hace tiempo y para no perder el contacto, eligieron un fin de semana y cada año, para esa fecha, alquilamos una casa rural para pasar un par de días juntos. Ahora todos somos padres. Nunca vamos al mismo sitio, pero lo que jamás cambiamos para comer son la caldereta de Miguel un día y otro, las migas. Amparo, la consorte de Miguel, es de Mota del Cuervo (Cuenca) donde organizan cada año para las fiestas de su barrio, que son a finales de mayo por Santa Rita, un concurso de calderetas y tengo que decir que Miguel, a pesar de ser de Puertollano, hace algunos años ganó el concurso…y no me extraña porque le sale bárbara. Cada pareja se encarga de comprar una cosa. Unos compran para el desayuno, otros para la barbacoa, otros para la comida, aperitivos, bebidas, etc etc. Este año, Maite, la mujer del Tejo (Francis), hizo una tarta riquísima de manzana de la que dimos cuenta el viernes por la noche en un abrir y cerrar de ojos. Ellos son los encargados de comprar el cordero en una carnicería del mercado de Puertollano. Pero sigamos…La caldereta de cordero es uno de los muchos platos típicos que hay en Castilla la Mancha. En cada zona de esta Comunidad Autónoma se elabora de una forma distinta y su nombre se debe a que se cocina en calderos grandes. Hay quien le echa pimiento verde, pero mi madre, manchega de pro, coincide con Miguel y no lo usa. Lo que tampoco debe llevar toda buena caldereta manchega que se precie de serlo, son patatas. La he comido con ellas, pero no es lo mismo. No tiene nada que ver. Además, imagino que los pastores, cuando se les moría una oveja, dudo que en ese momento, llevasen patatas para echarlas al caldero. El origen de la caldereta se la debemos a los pastores que hacían este guiso para aprovechar la carne de los animales que morían. ¡Y bueno! por dedicar una entrada a estos fines de semana rurales, quise publicar la caldereta manchega que prepara Miguel y de paso añadirla a la sección «comidas manchegas favoritas«. La caldereta es de esas comidas que se come en la sartén y de pie. Ya sabes, cucharón y paso atrás. Ingredientes (12 personas):
5kg de pierna y/o paletilla de Cordero manchego en trocitos tamaño bocado *Ver notas al final
Unas hojas de laurel
2 cebollas
2 litros de vino blanco
2 litros de agua
Sal
Pimienta molida
3 cabezas de ajo morado
1/2kg de tomate natural entero (usó de bote y el peso va escurrido)
1 vaso de aceite de oliva virgen extra
3 o 4 cayenas (opcional)
Elaboración:
Los ingredientes se van echando a la sartén en crudo según se van picando.
Picas las cebollas en trocitos no muy grandes.
Picas en varios trozos cada tomate.
Salpimentas la carne.
Añades el laurel, las cayenas rotas con los dedos y las cabezas de ajo enteras.
Finalmente agregas el vaso de aceite de oliva virgen extra, el vino y el agua. (el caldo debe cubrir la carne)
Se deja cocer al calor de la leña hasta que el caldo reduzca y la carne esté tierna.
A media cocción, puedes añadir algo de sal y pimienta si lo crees necesario. Notas:
- A Miguel le gusta que el carnicero le de 3 o 4 machetazos a la carne, y después, él termina de picarla en trocitos tamaño bocado. Más que nada es para que no se astillen demasiado los huesos.
- No hay que quitarle el hueso ya que aporta sabor al guiso. Aunque la carne esté deshuesada, lo suyo es que eches los huesos al caldero para que den sabor al guiso
- He puesto 2 litros de agua y 2l de vino pero se puede echar un pelín más de ambos. Siempre a partes iguales.
Mientras se hacía la caldereta comimos unos aperitivos.
Anchoas sobre pan frito con pimientos del piquillo
Y esto fue lo que quedó…. una imagen vale más que mil palabras. Va por esos fines de semana rurales, que esperemos, podamos disfrutar durante muchos años. Este año hemos estado en Cardeña, (Córdoba), en una casa rural llamada Navalaperdiz. Somos 23 personas en total y estuvimos muy cómodos. La casa es grande y el entorno es muy bonito. También está preparada para grupos más pequeños, así que, si buscas pasar un fin de semana rural en la provincia de Córdoba, te la recomiendo. Chic@s espero que os guste y perdonéis que me haya enrollado tanto, pero a veces, es inevitable. 🙂 Empiezas a escribir y las cosas salen solas.