La Salsa Harissa es una salsa muy picante que se utiliza mucho en los países del Magreb.
Los árabes la usan para mojar allí la brocheta o se ponen un poco en el cuscús. No debe quedar muy espesa. Su consistencia es parecida a la del tabasco, aunque esto depende de como le guste a quien la prepare.
Las recetas varían de un lugar a otro y yo la he preparado con estos ingredientes:
Sal
Preparación:
Ponemos a remojo las guindillas durante un par de horas como mucho.
Después se escurren y se cubren con agua. Se hierven durante 10 minutos y se dejan enfriar.
En un mortero o con ayuda de la batidora trituramos las guindillas escurridas, el ajo, la sal, y el cilantro.
Cuando todo esté majado o bien triturado, agregamos el aceite, el zumo de limón y un poquito del agua de la cocción. La cantidad de agua depende de la consistencia que queráis darle a esta salsa.
Y ya está, sólo hay que darse un beso para que el picor desaparezca 😉
Os recuerdo que es una salsa muy picante, mucho más que el Tabasco. Así que, cuidado con ella.
Nota:
Antes de poner a hervir las guindillas, les quité las semillas para que la salsa picáse menos.
Este enlace me ha parecido muy interesante y apropiado para esta entrada. Con el permiso de Pascual Pomares, autor y creador de Gastronomístico, os lo dejo aquí para que lo leáis.
http://www.gastronomistico.com/2012/07/el-picante-un-sabor.html