Creo que es la manera más sabrosa que hay de comer jamoncitos de pollo. Quedan jugosos y muy tiernos y no puede ser más fácil. En casa siempre nos ha gustado mucho esta receta y aprovechando que íbamos a comer, decidí fotografiar los jamoncitos para publicarla (con las correspondientes quejas de mis hijos ya que tenían hambre y no querían esperar a que la sesión de fotos terminase)
Estos jamoncitos son perfectos para acompañar una cervecita o como plato principal.
Y otra ventaja, es que se pueden hacer con antelación y darles un golpe de calor antes de servirlos.
Ten en cuenta que para hacer estos jamoncitos es mejor usar una sartén de hierro o una cacerola. Evita el teflón, ya que puedes estropearlo. Ya verás la razón al final.
Elaboración:
Calienta abundante aceite.
Fríe la guindilla y los ajos. Retíralo cuando estén fritos.
Sala los jamoncitos de pollo y fríelos en ese mismo aceite. Tienen que dorarse muy bien para que cuando terminen de cocer queden bonitos. Tardarás unos 20 minutos aproximadamente.
Cuando estén muy bien dorados, retira casi todo el aceite, dejando un poco que cubra con generosidad el fondo de la sartén o cacerola.
Añade los dos botes de cerveza y cuece los jamoncitos hasta que el caldo reduzca. Tardará aproximadamente otros 20 minutos. Depende de cada cocina, ya sabes.
Rectifica de sal.
Cuando quede poco caldo, retira la carne y con un colador de metal o una espumadera de las que llevan la misma tela metálica que los coladores, remueves la salsa para que ligue. Y si no, como diría una amiga: «saco la batidora y en un momento tengo la salsa ligada»
Por eso dije más arriba que hay que evitar el teflón, ya que con el metal del colador, lo arañarías y lo estropearías.
Una vez que la salsa está bien ligada, la echas sobre los jamoncitos y ¡a comer!
Si quieres, en este último momento, le puedes echar un hilo de miel.
Es de esas recetas que se hacen a ojo y tanto los ajos como la cantidad de guindilla, van a gusto del consumidor, pero bueno, aquí te dejo los ingredientes para que te hagas una idea.
700-800g de jamoncitos de pollo
2 latas de cerveza
Abundante aceite de oliva virgen extra (la cantidad necesaria para freír la carne)
5-6 dientes de ajo
Un trocito de guindilla o varias cayenas (se puede prescindir de ellas si hay niños)
Miel (opcional)
Sal
Si quieres ver otra receta con cerveza, pincha aquí
Va por ti
Me encanta el color y en fin, toda la receta. Lo del pollo y la cerveza es un idilio fantástico, de hecho yo he ido probando y he decidido que me gusta con cerveza de trigo, dulce y espesota, tipo Franciskaner.
PD, me he vuelto muy pijo y no tengo sartenes «sin teflón», pero supongo que se puede finalizar al horno en una bandeja y luego darle «zapatilla» a los restos
Eso es..cerveza espesota. Aunque con la típica cerveza que se tiene en casa, también vale.
Yo empezaré a usar sartenes de hierro.
Lo del horno también se podría hacer..y cambiar los muslos de pollo por los de codorniz.
El pollo con cerveza me encanta, le da un sabor muy rico. Un besazo.
Es verdad.
A mis hijos les gusta mucho y si les hago unas patatillas fritas o patatas paja, tan felices.
Besos
Riquisimo y facil. Gracias
A ti por estar aquí. 🙂
Me apunto la receta para el finde y sorprendo a mi mujer y a los chiquillos. Me encanta tu blog. Bss!!!
Gracias.
Espero que os guste. A mis hijos los comen sólo con una cucharada de salsa y con patatas fritas.
Y yo a veces los he hecho para picotear. Si viene alguien a cenar a casa, suelo llenar la mesa de muchas cosas y comemos de todo un poco..ya sabes.
Bs
La verdad es que el pollo con cerveza es un clásico que no pasa de moda, está tan bueno y es tan fácil… aunque a mí últimamente me ha dado por hacerlo con sidra, todo un descubrimiento!
Con sidra probaré otro día..se nos estropeó el escanciador y tengo algunas botellas que debería usar para que no se echen a perder.
Saludos.
Muy buena pinta, maridaría muy bien con una cerveza, o con un vino blanco que soporte bien esa salsita, por ejemplo la viognier de Agora.
Animaros a hacedla.
De veras, quedan super jugosos y tan tiernos que se deshacen en la boca.
Saludos y gracias por darme ideas para armonizarlos con vino. 🙂