LLevan algo más de trabajo que las patatas fritas, pero de vez en cuando merece la pena hacerlas.
Por otro lado, es de esas recetas que gustan mucho a los niños y puede ser una forma de animarles a cocinar y pasar un rato agradable con ellos en la cocina.
Las hierbas van según los gustos de cada persona. Lo que se le ocurra a cada uno. A mí me gustan con esa mezcla que venden preparada de hierbas provenzales aunque otras veces echo mano de las hierbas aromáticas que tengo en casa, tomillo, romero, albahaca, orégano, perejil, etc.
El caso es que las aliñe como las aliñe, siempre gustan.
La calidad de las patatas es muy importante.
Ingredientes:
5 ó 6 Patatas pequeñas o medianas (cuanto más pequeñas más bonitos os saldrán los gajos)
4 cucharadas de Harina
1 cucharada generosa de pimentón dulce (si a vuestros hijos no les importa, puede ser picante)
1 cucharada de ajo en polvo (vale también ajo fresco)
1 cucharada de cebolla deshidratada
1 cucharadita de cominos
Sal
Hierbas aromáticas (tomillo y orégano por ejemplo) o Hierbas provenzales (al gusto)
Aceite de girasol para freir
Preparación:
Pelas las patatas y las cortas en gajos. Primero por la mitad y cada mitad en otra mitad. Si no van a quedar muy pequeñas, vuelves a cortar cada cuarto por la mitad.
Las cueces en agua con sal durante cinco minutos. No deben quedar muy blandas porque luego las vas a freír y se terminarán de hacer.
Mientras tanto, en un mortero machacamos los cominos y las hierbas.
Mezclamos con el pimentón y el resto de los ingredientes, harina incluída.
Una vez están cocidas las patatas, las escurres y sobre un colador de rejilla les echas la mezcla anterior. Mueve las patatas haciéndolas bailar dentro del colador para que se impregnen bien por todos lados y queden bien rebozadas.
Freírlas en aceite muy caliente hasta que estén doradas.
Consejo:
Acompáñalas con la salsa que verás si pinchas aquí.
Una vez cocidas, podéis aliñarlas con las hierbas y guardarlas unas horas en la nevera.
Cuando llegue la hora de comerlas sólo tendrás que rebozarlas con la mezcla de harina y pimentón antes de freírlas.
Si crees que el aliño es poco, puedes añadir más cantidad de lo que prefieras. Estas cosas se hacen a ojo y a gusto del consumidor 🙂