DÍA DEL HORNAZO EN PUERTOLLANO. RECETA

En Puertollano y en sus antiguas aldeas (Cabezarrubias del Puerto, Hinojosas de Calatrava, El Villar de Puertollano y Ventosillas) se celebra el día del hornazo un domingo después al de Resurrección.

Hay quien dice que sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando los clérigos insistían en que los fieles celebrasen la Resurrección de Cristo. Fue una costumbre que se extendió por Sierra Morena y por todo el Campo de Calatrava.

Los no creyentes dicen que es una tradición mucho más antigua que se debe a que la Pascua coincide con el Equinocio de primavera, de ahí que se coloquen huevos en el hornazo como símbolo del resurgir de la vida.

Mi madre y mi tía cuentan que en su casa se hacía pan cada cuatro o cinco días. Cuando tocaba hacer hornazos, primero se cocía el pan y cuando se sacaban los panes del horno, se colocaban boca abajo para apoyar sobre ellos las bandejas donde estaban los hornazos. Con el calor de los panes, las bandejas se calentaban y los hornazos leudaban en poco tiempo. Siempre con la cocina bien cerrada para que no entrase frío y con la chimenea encendida.

Se hacían muchos hornazos porque también le regalaban a la familia, pero ellas no sabían la receta, así que le pregunté a mi suegra que ha sido quien me la ha dado.

Así es como se han hecho siempre los hornazos y así es como yo he querido hacerlo para ser fiel a la tradición.

Se que soy repetitiva y lo he dicho en más de una ocasión, pero estas recetas tradicionales siempre me recuerdan a mis abuelos y hoy, mientras escribo la entrada viene a mi mente su cocina con su horno encima de la chimenea donde mi abuela Amparo medía los centímetros que yo iba creciendo. «Abuela, ¡mídeme!- le decía día si, día también.

También viene a mi memoria su casa y oigo la voz de mi abuelo Felipe llamándome Amparín, a pesar de no ser ese mi nombre, si no el de mi abuela y mi prima. A todas nos llamaba igual.

Pero a lo que iba. Hoy no seré la única en publicar la receta del hornazo dulce que se come en Puertollano. Cris de «A masa y mantel» y al igual que hicímos el día del chorizo publicará el suyo, y Manu de «Cocinando con Catman» también publicará su hornazo porque en su «zona manchega» también se come esta torta que en otros sitios llaman mona.. Seguro que cada uno tenemos nuestra versión o nuestra propia historia y recuerdos para esta receta tan antigua.

Es lo que entre nosotros venimos llamando «reto», pero de reto tiene poco. Me parece muy divertido que dos o más blogueros nos pongamos de acuerdo para publicar el mísmo día la mísma receta.

Con Manu también publiqué hace tiempo el pisto manchego que hacían nuestras abuelas y el lomo de orza. Me encantó la experiencia..había que repetir y este era el momento.

Será nuestro guiño a una de las tradiciones gastronómicas de Castilla la Mancha o como mínimo de la provincia de Ciudad Real.

Hay ciertas costumbres que no se deben perder. Y el hornazo es una de ellas, por eso quisimos rendirle homenaje.

Ingredientes para 4-5 hornazos:

Para la masa de arranque:

100g de harina de trigo  «normal» (no harina de fuerza ni harina de repostería)
100ml de agua
2g de levadura fresca

Por otro lado:

900g de harina de trigo (lo que nos queda del kilo)
3 huevos medianos
200ml de aceite de oliva virgen extra (si es de la variedad arbequina, mejor)
Ralladura de una naranja (sin la fibra blanca o mesocarpio)
El zumo de una naranja
Ralladura de uno o dos limones (sin la fibra blanca o mesocarpio)
125g de azúcar
25 g de matalahúva o anís
200ml de agua
1 dado de levadura fresca (serían 23g los que nos quedan)
Una pizca de sal
Huevos cocidos. Tantos como hornazos salgan. Para estas cantidades 5 huevos.

Antes de hornear:

1 huevo para pincelar los hornazos
Azúcar (para espolvorear)

Elaboración a mano:

Primero haz la masa de arranque mezclando muy bien todos los ingredientes. Para calcular 2g de levadura, un buen truco es dividir el taco en cinco partes iguales y una de esas partes, la divides en dos. Déjala reposar entre 30 minutos y 3 horas fuera de la nevera, tapada con film transparente.

Mientras tanto, pon a cocer los huevos. Échalos a un cazo con agua fría y en el momento en que el agua empiece a hervir, cuenta 4 o 5 minutos como mucho. Es mejor no hervirlos más porque en el horno se terminan de cocer y no queremos que la yema se ponga gris.

Haz el zumo de naranja y reserva.

Una vez han pasado las 3 horas que. como mucho,  la masa de arranque debe estar reposando y creciendo, llega el momento de ponerse a amasar.

Deshaz la levadura en la infusión ya colada de anís.

Pon la harina sobre la mesa con forma de volcán y haz un hoyo. Incorpora el resto de los ingredientes y la masa de arranque. Mezcla y amasa todo muy bien.

Esta tarea te puede llevar unos diez minutos.

Coge un cuenco o recipiente grande y úntale aceite. Dale forma de bola a la masa, métela en el cuenco, tápala con un paño limpio de algodón y déjala reposar. Pueden pasar unas 3 horas hasta que veas ha doblado su volumen.

Parte la masa en trozos iguales y dale forma a los hornazos con las puntas de los dedos y las palmas de las manos hasta que queden redondos. Con esta cantidad de harina pueden salir 4 hornazos de un huevo cada uno.

De cada porción tienes que apartar un poco de masa para hacer la cruz del huevo. Parte esta porción por la mitad y da forma de churro a cada parte. Recuerda que untar algo de aceite en las manos te puede ayudar.  Hazlo sobre un trozo de papel para hornear.

Coloca uno o dos huevos cocidos, según el tamaño que hayas elegido, ponle las tiras de masa en forma de cruz  y deja que doblen volumen de nuevo.

Recuerda que la cocina debe estar siempre cerrada y también evita que haya corrientes de aire porque a la masa no le gustan.

Cuando termines de formar los cuatro hornazos, espera media hora.

Pasado este tiempo, precalienta el horno a 200º con calor arriba y abajo.

Justo antes de meter los hornazos, pincélalos con huevo y espolvorea azúcar. Si lo deseas, puedes mojarla con un poco de infusión de anís y así, húmeda, la repartes por el hornazo.

Cuando la torta esté dentro, baja a 180º la temperatura y hornea hasta que se doren durante unos 15 o 20 minutos.

Es mejor hornearlos de uno en uno aunque si voy con prisas, meto dos.

Con Panificadora: 

Haz la masa de arranque como explico en la elaboración a mano y cuando repose, introduce todos los ingredientes en la panificadora y pon el programa «masa». En la mía es el número 6.

Cuando el programa termina, saco la masa y le doy forma a los hornazos.

Dejo que doblen volumen unas 2 horas , les pincelo huevo batido antes de meterlos en el horno, espolvoreo azúcar y los horneo.

Para hornear, ya lo expliqué más arriba, conviene precalentar el horno a 200º y bajarlo a 180º cuando el hornazo esté dentro. Hornear hasta que se doren durante 15 o 20 minutos.

Notas y consejos: 

El grosor de los hornazos no debe ser muy alto. Poco más de un dedo porque los hornazos son tortas bajitas. Lo normal es hacerlos de uno o dos huevos y se les da la forma que ves en las fotos. Si no tienes mucha maña, puedes ayudarte con el rodillo pero sin apretar demasiado.

Las tiras que cubren el huevo en forma de cruz, deben ser más estrechas y más cortas (al menos eso es lo que dice mi madre). Pero a nosotros nos gustan mucho y por eso las hacemos más anchas y más largas. Mi hijo Daniel me ha ayudado con algunas de ellas. Nos encanta la parte que roza el huevo. Queda como más húmeda.

Si la masa se te pega demasiado a las manos y a la mesa, unta algo de aceite donde lo necesites. No añadas harina.

Si decides hacerlos y tienes cualquier duda, ponte en contacto conmigo a través del correo eléctronico e intentaré ayudarte. Para ello, pincha aquí

La receta del hornazo también podréis leerla en «La Comarca de Puertollano«. Es un periódico independiente de Puertollano y su comarca. Me apetecía que la publicásen aunque la mayoría de la gente y yo hasta este año, compramos el hornazo en las pastelerías o panaderías de Puertollano, que dicho sea de paso, trabajan más estos días para que todos podámos disfrutar de nuestro hornazo. Es un día señalado en Puertollano.

Mientras hacía las fotos, llegó una mano inocente, la mísma que me había ayudado a hacer las tiras de los hornazos. Por lo visto, le estaban dando voces. ¡Me lo como! a mi hijo y al hornazo.  Javier, a ti también, pero en esta ocasión sólo tu hermano ha sido mi ayudante.

Un beso. Es para mis hijos, no os hagáis ilusiones..

GACHAS MANCHEGAS PARA LUISA LULÚ

Luisa, por fin tienes las gachas. Ya era hora ¿eh?.

Creo que han pasado casi dos años desde que preguntáste si no las iba a publicar pero lo he ido dejando, lo he ido dejando…unas veces por una cosa, otras por otra..

La última vez que me puse en contacto contigo a través de facebook, pensé que era el momento perfecto para dedicártelas..ya sabes..

Le pedí ayuda a tu Amiga del Alma Encarna, hermana de mi Amiga del Alma Rosalía y ella fue quien me contó los recuerdos relacionados con las gachas durante vuestra vida juntas en Madrid, cuando vivíais en el pisito de la calle Amaniel y alguna vez sacábais la sartén de gachas a la calle, a la Plaza de las Comendadoras y allí sobre una mesa de madera, de las de la plaza, entre amigos y sentad@s en los bancos, con muchas risas y con pan os las comíais. ¡Cómo si os viése!

Querida Luisa, no se si las gachas que te hacía Encarna eran como estas, lo único que te puedo decir es que si las haces así, te van a salir muy ricas.

A mí me ha enseñado mi madre. Ella me cuenta que en su casa, los gañanes, que es el nombre que recibían los hombres de labranza, desayunaban gachas y un vasito de vino antes de irse a faenar al campo. (historias de la vida manchega)

Las hacemos sin panceta, pero esta vez, le hemos echado unos trocitos, por si a ti te gustan más de esta manera.

Se suele decir que las cosas sencillas son las mejores y estas gachas hacen honor a esa frase.

De todos es sabido que la Gastronomía Manchega se basa en platos de subsistencia. Es comida pastoril, humilde pero no por ello poco sabrosa. Todo lo contrario.

Las gachas, son una de mis Comidas Manchegas favoritas y ya era hora que tuviesen su momento de gloria en el blog.

Se hacen con harina de pitos, titos o almortas (como prefiráis llamarlas) y si alguien no sabe lo que es esto, que pinche el enlace porque Wikipedia lo explica muy bien aquí.

Y ya si, Luisa, aquí tienes los Ingredientes para 2 personas:

60g o 3 Cucharadas de Harinas de Pitos, Titos o Almortas ver notas al final
350ml de Agua
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2 Chorizos
1 Tira de Panceta ver notas
1 Diente de Ajo
3 Cucharadas de Aceite de Oliva Virgen Extra
Sal
Una puntilla de Pimentón Picante
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Preparación:

Se fríen los chorizos en el aceite y se reservan.

Después, en ese mísmo aceite, se fríe la panceta cortada en tiras ni muy anchas ni muy estrechas y una vez fritas, también se reservan.

Se corta el ajo a lo largo por la mitad y cada parte se pica en láminas finitas.

Cuando el ajo esté frito, se añade la harina.

Se mezcla todo bien y se echa un poquito de agua. No más de 100ml.

Salar y poner el fuego medio-bajo.

Se le da vueltas para disolver bien la harina.

Se añade poco a poco el resto del agua y se rectifica de sal.

Nunca hay que dejar de dar vueltas para evitar que se formen grumos.

Al cabo de quince o veinte minutos como máximo, se retiran del fuego. Aunque notaréis que están hechas, cuando empiecen a burbujear.

Espesarán más cuando las apartéis del fuego y se enfríen un pelín.

Notas:

El agua la echo a ojo, pero para daros medidas exactas la he medido en esta ocasión.

Nosotros no solemos echárle panceta y usámos chorizos caseros de jabalí.

El pimentón es opcional aunque le va muy bien y le aporta color a las gachas. Puede ser pimentón dulce o picante y con la cantidad que cabe en la punta de un cuchillo, es suficiente

En algunas zonas se cuece un trocito de hígado que después se ralla y se echa en el momento de cocer las gachas para que se deshaga con ellas, pero esto nunca lo hemos hecho en casa, así que, no puedo opinar. Sólo dar la opción.

Se pueden echar todos los tropezones a las gachas o dejar algunos fuera por si alguien los quiere por separado.

Se comen pinchando un trocito de pan en el tenedor y mojándo.

En algunos bares de Puertollano, el pueblo donde vivo, las ponen como tapa cuando pides una copa de vino o una cervecita.

LOMO DE ORZA. RECETAS TRADICIONALES

Pues aquí estamos otra vez «Manu Catman» y yo con el Reto Manchego que nos traemos entre manos. 

Aunque de reto tiene poco, más bien es el placer de compartir con vosotros una receta manchega y publicarla al mismo tiempo.

¿Qué es una orza? Pues es una vasija de barro alta que antiguamente se llenaba de aceite y se usaba para conservar en ella la carne de la matanza. De ahí el nombre de esta receta.

Mi madre cuenta que en su casa mataban 4 ó 5 cerdos cada año y de una matanza a otra mantenían el lomo, las costillas, los chorizos y las morcillas en la orza. 

En casa de mis abuelos, el lomo se adobaba. Mi madre lo hace así y así es como yo he aprendido.

Además, me hace especial ilusión poder prepararlo en una de las muchas orzas que usaron mis abuelos. Ahí donde la veís, la orza de la foto, tiene casi cien años.

La calidad del pimentón es primordial, ya que de ello depende el color y el sabor final del lomo. Y para eso, no hay un pimentón mejor que el de la Comarca de La Vera (Cáceres).

Ingredientes: 

1kg de Lomo de Cerdo

4 Cucharadas de Pimentón dulce

3 Cucharadas de Orégano

7 Dientes de Ajo 

Sal (la eché a ojo,,puede que para tanta cantidad de agua, sean 2 cucharadas)

Perejil

Agua

Aceite Virgen Extra de Oliva (hasta cubrir el lomo)

Preparación: 

En un mortero machacamos los ajos, el perejil y la sal.

Echamos en la orza el pimentón, el orégano, el majado del mortero y lo cubrimos con agua.

Removemos hasta que se disuelva el pimentón.

Metemos el lomo en la orza o en un recipiente amplio (puede ser una tartera grande).

Debe quedar completamente sumergido en el agua.

Dejad la orza 3 días en un sitio donde le de el frío pero si has usado otro recipiente, puedes meterlo en la nevera.

Dadle vueltas una o dos veces cada día.

Pasado este tiempo, se cuelga el lomo en un lugar donde pueda orearse bien sin que se moje. Aunque podrías saltarte este paso y cortar el lomo para freírlo tal y como explico en el párrafo siguiente.

Después de 4 días, cuando el lomo se ha oreado y secado bien, limpiáis un poco el adobo del lomo. Lo cortáis en filetes gruesos (asi los comían en casa de mis abuelos) o finitos (como se ve últimamente en todas partes) y los freís en Aceite de Oliva Virgen Extra.

Para ello, calienta bien el aceite a máxima potencia.

Apaga el fuego e introduce los filetes de lomo. Deja que se enfríe todo junto y cuando llegue el momento, lo echas ya bien frío al recipiente que uses para conservar ahí la carne que bajo ningún concepto debe quedar cruda por dentro.

Te aseguro que queda en su punto si lo haces de este modo.

Antiguamente calentaban el aceite dentro de la orza, cuando alcanzaba la temperatura adecuada, la retiraban de la chimenea e introducían las rodajitas de lomo.

Y ya podemos comerlo desde ese día o conservarlo ahí un tiempo, eso si, tendrémos que darle un golpe de calor en la sartén o en el microondas aunque también se puede comer a temperatura ambiente.
Conviene que lo guardes en la nevera y que saques sólo la cantidad que vayas a consumir, un rato antes.
Una vez se habían comido todo lo de la orza, usaban el aceite que quedaba para hacer jabón aunque para cocinar sirve perfectamente con el plus del sabor que le aporta el lomo y su adobo.
Consejo: 
 
Antiguamente sólo se hacía en invierno pero hoy, gracias al frigorífico, podemos hacerlo durante cualquier época del año.
El lomo debe quedar bien sumergido en agua mientras se adoba y bien sumergido en aceite mientras se conserva. Después si queréis, lo metéis en la nevera. Aguanta todo el tiempo que queráis.
¡Ah! y no penséis que esto sólo se hace con carne de cerdo. Alguna que otra vez hemos metido en la orza un lomo de corzo o de jabalí. Y está riquísimo. Si tenéis la suerte de poder conseguir carne de monte, probad esta receta.
El aceite que queda una vez os habéis comido la carne, podéis aprovecharlo para cocinar. Lo coláis bien y sirve perfectamente. Ya veréis qué ricas salen las comidas.
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