ENSALADILLA DE GAMBAS CON PRINGLES

Esta ensaladilla es muy sencilla pero no por eso menos sabrosa. Y al igual que todas las ensaldillas, necesita reposar unas horas para que salga el sabor de los ingredientes.
Nosotros, a veces, la comemos con patatas fritas o pringles, depende de lo que haya en casa.

 

 

Ingredientes:
300g de Gambas Frescas
2 ó 3 Patatas medianas
Sal
Mahonesa
Leche (opcional)
Pringles o Patatas fritas (opcional)
Preparación:
Se pelan las gambas y se cuecen las cáscaras unos 3 minutos.
Escurrir el agua y colarla en otro cazo.
En ese mismo agua echar sal y cocer las patatas cortadas en dados.
Un minuto antes de retirar las patatas del fuego, añadir las gambas.
Escurrir y mezclar con la mahonesa.
A mí me gusta echarle un chorrito de leche a la mahonesa para que quede más ligera y sea más fácil mezclarla.
Si queréis, podéis espolvorear una pizca de eneldo o cilantro o perejil o cebollino o lo que se os ocurra. Pero esto también es opcional.
En esta ocasión elegí eneldo, aunque sin hierbas también os va a gustar.
Si colocáis la ensalada sobre las pringles, comedlas nada más servirlas.

CROQUETAS DE CALABACÍN

Un día hablando con una amiga sobre croquetas, me dijo que las de calabacín estaban muy ricas, que sorprendían por su sabor y a los pocos días las hice y junto con las de morcilla , se convirtieron en mis favoritas.

Puede que a algunos, os parezca raro hacer croquetas con esta hortaliza, pero si os animáis y las hacéis, os van a gustar mucho.

Hay recetas de croquetas a las que se les echa cebolla, y puede que a estas, la cebolla también les vaya bien, pero nunca me ha dado por probar porque así están perfectas para nosotros y pasarían de ser croquetas de calabacín a croquetas de calabacín y cebolla. Aunque lo mismo un dia de estos las hago así..

En fin, que no voy a comentar nada más sobre esto porque las croquetas se pueden hacer de mil quinientas maneras, y hoy, aquí y ahora, son solamente de calabacín.

Ingredientes:

1 Calabacín (400g como mucho)

100 g de mantequilla

100 g de harina

1 L de Leche

1 cucharita de café de nuez moscada

3 o 4 huevos

Pan rallado

Sal

Preparación:

Pela el calabacín si la piel es dura y pícalo en trocitos pequeños.

Rehógalo en la sartén con la mantequilla.

Retíralo y añade la harina.

Cuando la harina se haya mezclado bien con el aceite, icorpora poco a poco la leche fría o a temperatura ambiente. No dejes de batir mientras incorporas la harina. No debe quedar ningún grumo.

En ese momento echa el calabacín, la sal y la nuez moscada.

No dejes de darle vueltas para evitar que la bechamel se pegue. Se debe hacer a fuego medio-suave.

Cuando la masa se vaya detrás de la cuchara de palo y la sartén quede limpia, será señal de que ya está hecha.

Retíralo del fuego y dejar enfriar.

Darle forma a las croquetas, pasar por harina, huevo, pan rallado, huevo de nuevo y pan rallado de nuevo.

Puedes freírlas o congelarlas por separado para evitar que se peguen.

Va por ti.

Notas:

Lo que hago es echar la masa ya templada en film transparente.  Hago varios churros del grosor que quiero para las croquetas y los dejo enfriar del todo. De este modo, sólo tengo que cortarlas con un cuchillo y después rebozarlas. Lo ideal es tener una manga pastelera pero si no la tienes, puedes hacerlo así.

Para congelarlas también envuelvo las croquetas de una en una en film transparente pero si voy con prisa procuro colocarlas dentro de una tartera dejando espacio entre ellas.

Ya me contaréis que os parecen si las hacéis.

Una vez fritas puedes echarles un hilo de miel. Le va que ni pintado a estas croquetas.

EMPANADILLAS DE MORCILLA Y MIEL

Con esta receta participo en el concurso que Cocina con Poco y Tu Mejor Receta con Embutidos Ríos han organizado juntos con la colaboración del Hotel Grupo Don Pablo.

Una receta muy sencilla que os va a gustar mucho porque el sabor de la miel combina muy bien con el de las morcillas Ríos.

Ingredientes:

3 Cucharadas generosas de miel (probadlo y si queréis, añadidle una más)
1 Paquete de Obleas para hacer empanadillas
Preparación:
Pelar la morcilla. Partirla en rodajitas y hacerla en la sartén.
Cuando está suelta y hecha, se le añade la miel y se mezcla bien con la morcilla.
Podéis echarla poco a poco. En realidad, yo echo la miel a ojo de buen cubero y la pruebo. Si es necesario, echo más. Es cuestión de gustos.
Rellenáis las obleas con la mezcla y las cerráis.
Freír en abundante Aceite de Oliva Virgen Extra.
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