TOSTA DE LOMO DE CORZO CON TOMATES CARAMELIZADOS PARA MI HERMANO

 
 
 

La entrada de hoy está dedicada a mi hermano que lleva bastante tiempo pidiendo que haga un pincho con carne de monte y hace unos días, justo cuando estaba preparando tomates caramelizados, me trajo algo de lomo de corzo, así que, ya no había excusa, no podía negarme. ¡Esa era la ocasión!. Es mi único hermano, y hay que cuidarlo. A pesar de haber sólo dieciséis meses de diferencia entre nosotros, a mí me parece que hay mucho más. Debe ser que me metí demasiado en el papel de hermana mayor. Y aunque ahora tiene dos hijas, Lucía (que se llama así en recuerdo a nuestra hermana pequeña) y Victoria, sigo viéndolo como a un niño. Me cuesta creer que dentro de poco cumplirá cuarenta años y que ya no es el niño de 6 que siempre tenía las rodillas llenas de arañazos por jugar en el suelo de la calle donde vivíamos. Claro, que tampoco yo soy la niña de 7 años que jugaba a la goma en la mísma calle y que se rompió la barbilla por culpa de una zancadilla que su hermano del alma le puso..también me rompió un diente un tiempo después de lo de la barbilla con otra zancadilla. ¡Y eso que siempre han dicho que era el más bueno!.  Que yo recuerde lo único que le hice a él fue tirarle a la cabeza una pistolilla de hierro, de esas que disparaban petardos, cuando me enfadé con él por cualquier cosa de niños. Le hice un piquete y cuando le vi sangrar me di un susto tan grande que no paré de llorar hasta que mi madre le cortó la hemorragia. Pobrecito. Aún recuerdo el lavabo..con lo escandalosa que es la sangre, imaginad la que se lió. Pero no os voy a seguir contando anéctodas de nuestra niñez para no aburriros y tampoco para que no me de un ataque de nostalgia, así que, siguiendo con el pincho y cambiando el tema, os diré que el corzo pertenece a la mísma familia que el ciervo y el gamo (cérvidos). Su carne es baja en grasasmagra y muy rica en proteínas. Como más me gusta es a la plancha y con estos tomates caramelizados combina perfectamente. Como la carne de cualquier animal de monte, la mejor es la de los ejemplares jóvenes, a partir de los dos años. Se alimenta a base de arbustos, bayas, brotes tiernos..imaginaos qué carne más sana. ¿Sabíais que el ladrido que emite el corzo es parecido al de los cánidos?

 

El pan lo tostáis en el horno, aunque a mí, se me olvidó en esta ocasión. Colocad encima un tomate de pera caramelizado y sobre el tomate, la carne que hemos hecho a la plancha. Le echáis unos granitos de sal maldon y listo. No hace falta que le espolvoreéis ninguna hierba porque los tomates ya llevan. Leed la receta aquí. El vino lo ponéis vosotros. He usado carne de corzo, pero puede ser cualquier carne, de gamo, ciervo, jabalí, ternera, cordero, cerdo…la que queráis.

 
Fotografía de la primera publicación.

TOMATES DE PERA CARAMELIZADOS

La manera de hacer estos tomates me la enseñó la mísma persona que me regaló la Ensalada Róldin y me dió la receta del Helado Paco Mérselo Exprés Sin Heladera.

Es muy fácil hacerlos, sólo se necesita media hora más o menos.

Se pueden usar para acompañar carnes, pescados, alimentos en salazón o lo que se os ocurra. Con queso están muy ricos también…¡y solos!, por supuesto.

También se pueden hacer con tomates de pera frescos pero habría que pelarlos y dejarlos unos 45 o 50 minutos aproximadamente que es el tiempo que tardan en quedar blanditos. Se les quita el pedículo o pedúnculo, y al igual que se haría con los de lata, también se partirían por la mitad.

Ingredientes: 

1 Lata Grande de Tomates Enteros y Pelados
100g de Azúcar Moreno
Aceite de oliva virgen extra
4 Dientes de Ajos
1 Pellizco generoso de Hierbas Provenzales o al gusto
Sal
Una sartén grande

Elaboración:

Cubrir el fondo de la sartén con aceite. No más de un dedo.

Añadir el azúcar y los ajos pelados y enteros.

Partir los tomates por la mitad a lo largo y escurrírlos muy bien. Si queréis, le podéis quitar las semillas.

Colocarlos en la sartén boca arriba.

Espolvorear un pelín de hierbas provenzales o las que a vosotros os gusten.

Se deben hacer a fuego suave y estar aproximadamente media hora en la sartén pero si usáis tomates frescos, tardarán unos 45 minutos en estar listos, aunque esto depende de lo duros que sean los tomates.

El caso es que deben quedar blanditos.

Consejos:

No hay que darles la vuelta en ningún momento.

A partir de los 25 minutos, estad pendientes porque puede que ya estén. Si os pasáis de tiempo, quedarán duros.

Si queréis, podéis envasarlos. Aguantan un tiempo en la nevera porque el aceite sirve de conservante, aunque no puedo decir cuántas semanas, porque estos han caído en menos de cinco días.

Va por ti.

LOS NUGGETS DE JAVIER Y DANIEL. DIA MUNDIAL DEL NIÑO

Hoy, que es el Día Universal del Niño, dedico esta entrada a mis hijos.

Ellos me ayudaron a preparar estos nuggets a su gusto porque los he hecho varias veces y aunque se los han comido, no terminaban de gustarles.

Sabía que era por las especias, así que esta vez, decidí echárle solamente ajo deshidratado. Y por fin, ellos les han dado el visto bueno.

En realidad, estos nuggets sólo eran una excusa para hacer algo juntos en la cocina.
Los que hicieron mis hijos no tienen nada que ver con los de Carolina, la dueña del blog Tomillo, Laurel y Otras Cosas de Comer, pero me animé a hacerlos con ellos después de leer su receta. Si hubiése tenido queso crema, probablemente, los hubiésemos hecho al estilo de ese blog, eso si, hubiese eliminado la pimienta porque a ellos no les gusta. Pero bueno, lo importante es que al final, a Javier y a Daniel les han gustado y lo pasaron bien cortando la masa de carne con el molde de las pastas.

Que si, que nugget significa pepita y se supone que deben tener esa forma, pero ese día, mandaban mis hijos y a ellos les apeteció hacerlos así.

Quedaron bonitos y sabrosos.

Se me ocurrió hacer una salsa con mahonesa y jengibre, que evidentemente mis hijos ni probaron. No son niños delicados para comer, pero como nos ha pasado a todos, a partir de cierta edad, nos volvemos maniáticos con las comidas, ya sabéis, esto no me gusta, no quiero la cebolla, el pimiento sabe mal..etc etc. Con los años se pasa, así que, no les insisto mucho y suelo darme por satisfecha si prueban algo que ellos creen que no les va a gustar. A veces, se sorprenden y terminan comiendo de eso. Los niños al igual que los adultos, comen por la vista.

Ingredientes:

400g de Pechuga de Pollo
1 Cucharada de Ajo Deshidratado
Sal
2 Huevos
Pan rallado fino y grueso
Harina

Para la salsa:

2 Cucharadas de Mahonesa
1 Cucharadita de Jengibre Rallado

Elaboración:

Se pica la carne (usé picadora)

Se espolvorean la sal y el ajo.

Se mezcla todo muy bien y se da forma a los nuggets.

En este caso lo que hice fue extender la masa encima de la tabla de picar, haciendo una capa con un grosor de aproximadamente un centímetro y colocando un trocito de film transparente entre mi mano y la carne. De esta manera los niños pudieron cortárla con el molde.
Con la masa que sobraba, volvía a hacer otra capa de carne..así hasta que terminaron.

Enharinar cada nugget, pasar por huevo y por pan rallado. A mí me gusta espolvorear un pelín de pan rallado más grueso para que de un toque crujiente.

Se necesita más paciencia, pero verles con las manos en la masa no tiene precio. Y es cierto, lo que ellos cocinan, se lo comen con más apetito.

Un beso (es para mis hijos, no os hagáis ilusiones) 😛

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