Hace poco vi una lasaña que se hacía con este sofrito y pensé que no estaría mal combinarlo con morcilla.
La casualidad quiso que tuviera todos los ingredientes necesarios en casa, así que, ni corta ni perezosa, me puse manos a la obra.
He usado magnum de morcilla de Embutidos Ríos, pero también se puede hacer con morcillas más pequeñas. Lo único que cambiará será el tamaño.
Ingredientes:
Magnun de morcilla de Burgos que cortaremos en rodajas de aproximadamente 2cm de grosor.
1 cebolla
250g 0 300g de espárragos verdes
20 hebras de azafrán de la Mancha
Sal
Pimienta negra (opcional)
Rebanadas de pan tostado en el horno
Una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
30ml de agua para infusionar el azafrán
Elaboración:
Pulveriza las hebras de azafrán en el mortero. Calienta el agua y échala al mortero para que infusione mientras haces el sofrito. Reserva.
Corta el pan y tuéstalo en el horno. He usado pan de molde y lo he cortado redondo con un molde para emplatar. Reserva.
Pica la cebolla en juliana y sofríela en la sartén a fuego medio con una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
Pica los espárragos verdes y añádelos a la cebolla cuando esté casi hecha.
Después de un par de minutos, añade la infusión de azafrán y deja que se evapore el agua al mismo tiempo que remueves todo con una cuchara de palo para que la cebolla coja color.
Rectifica de sal, aparta del fuego y reserva en la sartén.
En otra sartén muy caliente, sin aceite, asa las rodajas de morcilla por las dos caras.
Colócalas sobre el pan tostado y encima pon algo del sofrito de cebolla.
Más fácil imposible.
Va por ti.
Notas:
No es necesario tostar ni calentar el azafrán de la Mancha porque viene listo para ser usado, además, si le das más calor, aunque sólo sean unos segundos, corres el riesgo de estropearlo. Búscalo siempre con el sello de la Denominación de Origen Protegida que garantiza su calidad y procedencia. El resultado será mucho mejor.