¿Ostras a la andaluza? ¿Ostras fritas? Pues si y no están nada mal, todo hay que decirlo aunque personalmente las prefiero al natural. Crudas, con unas gotas de limón y la mejor compañía: tú (también para la próxima vida).
Las ostras, fritas de la misma manera que el pescado, cambian de sabor y es una opción para quienes no quieren comerlas crudas. Por eso freí unas pocas.
He optado por rebozarlas con harina de garbanzos para que queden más doradas y crujientes.
Justo antes de comerlas, puedes echarle un poco de limón.
No hay misterio: las abres con mucho cuidado, las despegas de la concha, las rebozas y las fríes en aceite bien caliente hasta que se doren y la harina quede crujiente.
Ingredientes (1 comensal):
2 o 3 ostras
2 cucharadas de harina de garbanzos
Zumo de limón
Aceite para freír
Sal (opcional. Yo no le eché)
Va por ti.