Para que el sabor de la cebolla sea más suave, meted en agua fría los aros durante 30 minutos.
Después de escurrirlos se pasan por harina y se fríen sin que se peguen en aceite abundante y muy caliente para que no se despegue el rebozado.
Se colocan sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
El resto ya lo sabéis, ¡a comer!
Una delicia de las grandes, a mi me encantan las cebollas y es un buen truco!
Besos
Lo tendré en cuenta.
Gracias por el truco, nunca las he hecho en casa y me vendrá bien si me animo
Besitos
buen truco
¡¡besos¡¡
pues no los hice nunca,pero anoto el truco
Muchas gracias por la información, siempre viene muy bien.