El Salón del Jamón Ibérico en Jerez de los Caballeros se celebra, este año, del 4 al 7 de mayo.
La finalidad de este certamen monográfico, que va ya por la XXVIII edición, es la promoción y la comercialización del Jamón Ibérico y para ello se reúnen los mejores productores y elaboradores de España.
El Salón del Jamón Ibérico también pretende atraer al público en general que podrá disfrutar de charlas, jornadas técnicas, degustaciones, seminarios de investigación científica, muestras de folklore popular, encuentros gastronómicos, y un largo etcétera.
Otra de sus finalidades es promocionar turísticamente Jerez de los Caballeros y Extremedura. Una Comunidad Autónoma que sorprende a quien la visita por primera vez por su belleza y su riqueza en todos los sentidos.
Jerez de los Caballeros puede estar entre los pueblos más bonitos de España. Sus palacios e iglesias se mezclan con el legado de los templarios y la Orden de Santiago.
Además, de museos, secaderos de jamón y bodegas, que puedes visitar, está rodeado por amplios encinares, pantanos y ríos, que lo hacen perfecto para hacer turísmo rural y turísmo gastronómico.
Así que, anímate y si puedes, haz una visita al Salón del Jamón y por la tarde, puedes pasear por las calles empedradas de este pueblo que te transportarán a otra época.
Pinchos y Canapés, estará presente en el blogtrip que se ha organizado y que podrás seguir en las redes sociales (RRSS) bajo la etiqueta o hashtag #SalónjamónJerez2017
Vaya desde aquí mi agradecimiento a la Diputación de Badajoz, al Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros, a INFEJE (Institución Ferial de Jerez de los Caballeros) y a +Magin por la organización del viaje.
La Sierra de Gata está situada en el noroeste de la provincia de Cáceres limita al norte con Salamanca y al oeste con Portugal.
Es una zona con paisajes de cuento rica por su gastronomía y por su patrimonio histórico y arquitectónico. Es de esos lugares de España que merece la pena conocer.
¿Sabías que en los tres pueblos del Valle de Jálama se habla una lengua romance de origen galaico-portugués llamada Fala?
Pero lo que más llamó mi atención no fue que esta lengua tuviera unos 6000 hablantes, si no que tuviera tres variantes; siendo el mañegu hablado en San Martín de Trevejo, el valverdeiru en Valverde del Fresno y el lagarteiru en Eljas. No se enseña en los colegios pero pasa de padres a hijos y es algo, sin duda, que hace única a esa comarca y que debería cuidarse y conservarse.
Para dar a conocer todo lo que esa zona ofrece, la Academia Extremeña de Gastronomía organizó un blogtrip, que se pudo seguir en directo en las RRSS bajo la etiqueta o hashtag #SierraGata16 y que comenzó un viernes por la tarde cerca de la estación de Atocha en Madrid.
Allí nos esperaba puntual Alberto, conductor de Trip Extremadura, que nos llevó directos a Trevejo, una pedanía de Villamiel, donde se encuetra El Buen Avío, un lugar encantador y acogedor regentado por Daniel Gonzalez, en el que pudimos catar dos vinos naturales muy bien combinados con sus tapas. No me gusta la palabra maridar.
Antier blanco, con una tapa de tomate de la zona, deshidratado y conservado en aceite, con queso curado de cabra hecho en Eljas. Es un vino elaborado con uva de la variedad ojo de liebre y de color amarillo pajizo.
Antier tinto, con una exquisita crema de calabaza con setas. Este vino se elabora a partir de uvas de la variedad piñuelo y rufeta, que es como la llaman en Villamiel. Es un vino joven de color rojo intenso que gustó a todos.
Si piensas hacer turismo rural en Extremadura, permíteme que te recomiende visitar Trevejo y tomar unos vinos en el Buen Avío. Te irás con buen sabor de boca.
Después, Alberto nos llevó al hotel rural A Velha Fabrica situado en Valverde del Fresno y que en su día fue una fábrica de mantas y una almazara. Un lugar que ofrece todas las comodidades de un hotel urbano.
Su restaurante tiene una carta variada cuyos platos están elaborados, en su mayoría, con productos de la zona.
Al día siguiente hicimos una ruta de senderismo por el Castañar del Puerto de Santa Clara. La calzada es de piedra y el paisaje de cuento. También es algo que aconsejo hacer en esa zona. No te puede faltar un paseo por ahí y ver los castaños centenarios.
Luego, Ana, la guía que nos acompañó en todo momento, tuvo el detalle de prepararnos unas migas extremeñas que fueron mano de santo después del rato de lluvia que tuvimos durante nuestro paseo por el castañar. Eran las 12am y gracias a ellas y al calor del Buen Avío nuestros cuerpos recuperaron fuerzas.
Nada más terminar, nos dirigimos a San Martín de Trevejo donde se habla maniego o mañegu en fala.
Fue agradable, incluso relajante pasear en este pueblo. Sus calles son de piedra y por ellas corre un arroyo de agua. Observé que sus casas, hechas también de piedra y de madera, tienen unos escalones que llevan a la puerta principal.
Desde los soportales de la plaza mayor se puede ver el ayuntamiento y la casa del comendador. Es un pueblo precioso y como ya he dicho, da gusto caminar entre sus calles. La mayoría de las casas están decoradas con macetas, lo que lo hace más bonito aún.
Permíteme que suba la siguiente fotografía. Este señor paró su furgoneta, bajó la ventanilla, me pidió que le hiciera una foto y la «pusiera en lo que publicase». No se si la verá, pero al menos, he cumplido mi palabra.
Sigamos. Desde este pueblo, probablemente de los más bonitos de Cáceres, puedes ir a Villamiel y comer en un bar-restaurante llamado El Capricho regentado por Jose Luis y Maribel. Ella y Peranchi, la cocinera, te servirán un suculento cocido extremeño con su sopa, su chorizo, su morcilla, sus carnes, su verdura y sus garbanzos. Puedes terminar la comida con un postre hecho por ellas.
Aquí puedes comer muy bien a muy buen precio. Lugar recomendado. De hecho, si volviese a Villamiel, iría a allí de nuevo. Y si es contigo, mejor aún. 🙂
¡Ah! se me olvidaba, en El Capricho podrás beber, si lo deseas, una copita de vino de pitarra. Un vino que se elabora en Extremadura y provincias limítrofes a partir de uva blanca y uva tinta y que recibe ese nombre por el recipiente que se utiliza en su preparación.
Otra de las cosas que puedes hacer si te decides ir a conocer la Sierra de Gata, es visitar la almazara As Pontis.
Esta almazara se dedica exclusivamente a la producción de su propia marca de aceite de oliva virgen extra llamada Vieiru. Decir que es de las almazaras más avanzadas tecnológicamente de Extremadura y de las más modernas de España.
Cuenta con unas instalaciones impolutas en las que hay una caldera de biomasa y una planta depuradora para eliminar por completo los residuos tóxicos producidos durante la elaboración del aceite.
El aceite de oliva virgen extra que elaboran aquí es con aceituna de la variedad manzanilla cacereña. Un aceite fresco con un aroma muy marcado a tomatera. Su calidad y sabor están avalados por los más de 40 premios que han recibido en las dos últimas campañas.
En España somos afortunados. Tenemos aceites de oliva virgen extra de muchas variedades. No es mejor uno que otro, simplemente son diferentes pero todos muy buenos. ¿Cuándo aprenderemos a valorarlo como es debido, a defender su cultivo, a ayudar más al agricultor o a usar las diferentes variedades de aceite en nuestras casas de manera adecuada?.
En fin, dejo este tema y te voy a recomendar otro lugar que puedes visitar en el Valle de Jálama o Val de Xálima en fala.
Es la quesería Us Tres Lugaris donde elaboran queso de cabra. Fue una visita breve pero suficiente para conocer el proceso que se sigue para hacer estos quesos.
También puedes ir a la fábrica de miel Val de Xálima. LLevan más de 30 años dedicados a la apicultura y tienen colmenas en diferentes zonas de esa comarca para así obtener miel de diferentes variedades.
Me pareció apasionante e interesante. De esos lugares a los que hay que ir con niños. El olor a miel lo inunda todo. No se si fue por el cariño y la pasión que su dueño transmitió cuando nos contaba todo el proceso, por lo que me gusta la miel o porque era la primera fábrica de miel que visitaba, pero me fui contenta. Así que, es otro lugar recomendado si vas a hacer turismo rural al Valle de Xálima…o un día que tengas libre y decidas hacer una excursión, ¿por qué no?.
Acabamos la jornada en un restaurante de San Martín de Trevejo llamado El duende del Chafaril. Está en una casa de piedra datada en 1822 que hace unos años fue rehabilitada para convertirla en hotel.
El hotel no se cómo será, pero viendo el restaurante, decorado con sencillez y mucho estilo, puedo imaginar el resto. Seguro que no desmerece.
Para mi gusto, las raciones por plato un poco exageradas, aunque esto es opinión personal, tal vez a ti, cuando vayas, no te lo parezcan. Sea como sea, no puedo decir nada negativo de los platos porque todo fue de mi agrado.
La ensalada de naranja con pimentón, miel y aceite de la zona me pareció perfecta para comenzar la cena. Ligera y fresca preparaba el estómago para lo que se avecinaba.
Después, bacalao dorado acompañado con una sencilla ensalada a la que le sobraba la reducción de vinagre de Módena, y de postre serradura, hecho con galletas y leche condensanda.
Son platos típicos de esa zona.
Como ves, el día dió para mucho y se puede aprovechar bastante el fin de semana en la Sierra de Gata. Un lugar que ofrece de todo: aceite, miel, queso, patrimonio cultural, riqueza paisajística, pueblos de piedra que te trasladan a otras épocas y una gastronomía variada en la que podemos encontrar platos de influencia portuguesa.
Al día siguiente, después de un contundente desayuno en el hotel A Velha Fabrica, comenzó nuestro viaje de regreso a Madrid dando fin a nuestros días en la Sierra de Gata.
Conclusión: Repetiría el viaje con mis hijos. Todo lo que hicimos ese fin de semana, me parece un plan sin agobios y perfecto si quieres hacer turismo rural en la Sierra de Gata.
Agradecimientos:
A la Academia Extremeña de Gastronomía por el empeño en dar a conocer todo lo que Extremadura ofrece. Gastronomía y turismo van unidos de la mano.
A Ana. La estupenda guía de Adisgata que nos acompañó en todo momento. Atenta, amable y muy buena conocedora de la zona.
A Alberto, el chófer de Trip Extremadura. Siempre paciente y puntual.
Y a mis compañeros de viaje con quienes espero coincidir antes o después alguna que otra vez. Fue un placer conoceros a algunos y volver a veros a otros.
Os dejo la lista con enlaces a sus blogs (pincha sobre los nombres) porque merece la pena leerlos y seguirlos en las redes sociales. Cada uno tiene su estilo.
Un año más se ha celebrado enJerez de los Caballeros (Badajoz), el Salón del Jamón Ibérico.
En esta ocasión no hemos asistido al concurso Jamón de Oro como hicimos el año pasado pero hemos hecho otras cosas, también muy interesantes.
Jerez de los Caballeros es de esos lugares que merece la pena visitar y si decides ir para conocerlo, te aconsejo que lo hagas de la mano de Temple Tour. Ellos conocen bien cada detalle de la historia de este pueblo.
Parte de las preciosas vistas desde la habitación en el Hotel Los Templarios
El sábado por la mañana fuimos a visitar un secadero de jamones dentro del pueblo. Ibéricos Juanes se llama.
Pedro Sánchez, con su marcado acento extremeño, se encargó de explicarnos minuciosamente todo lo que hacen.
Aprendímos (hablo en plural porque íbamos un grupo de bloggers y periodistas) el proceso que siguen los jamones o los embutidos desde el cuidado del cerdo en la dehesa hasta que finalmente, el producto llega a nuestra mesa.
En Ibéricos Juanes cuidan mucho la alimentación del cerdo, siendo ésta ecológica 100% y aplican técnicas respetuosas con la dehesa extremeña, aprovechando, como no puede ser de otro modo, la época de la bellota que va aproximadamente desde diciembre-enero hasta marzo.
La matanza se hace también durante esos meses. Hay un periodo de tiempo para esto que debe ser respetado.
En Ibéricos Juanes tienen el jamón en sal un día por cada kilo de carne, después se lavan con agua y un cepillito para quitarle la sal.
Seguidamente son llevados al secadero donde están un año y finalmente se dejan en bodega hasta dos o tres años.
Si compras un jamón, tienes que apretar donde nos indica Pedro y dependiendo de lo hundida y dura que esté esa zona podrás saber si está más o menos curado.
También elaboran salchichón, lomo, chorizo y sobrasada de manera natural sin colorantes ni conservantes artificiales. Y evidentemente, embuchados en tripa natural.
Después, fuimos a pasear por la dehesa que en primavera está especialmente bella con sus encinas y alcornoques en flor.
Pedro, nuestro guía de Temple Tour, nos «obligó» a dejar un rato el móvil para que pudiésemos disfrutar plenamente del campo. Ya sabes que el blogtrip se siguió en las redes sociales con la etiqueta o hashtag #SJamon15 y nosotros estuvimos casi todo el rato contando en tiempo real lo que íbamos viendo.
Cuando terminó el paseo, gracias a Agustín, también miembro de Temple Tour, pudimos disfrutar en plena dehesa de una comida a base de platos típicos de la zona.
Comímos gurumelos, una especie de hongos que crecen bajo tierra como las trufas y que son típicos del sur de Extremadura y el norte de Huelva, castañetas (glándulas salivares de los cerdos que se asan y están riquísimas), guarritos fritos (carne de cerdo adobada), revuelto de espárragos trigueros con gambas y también caracoles guisados. Todo lo acompañamos con un vino de la zona.
Sobre las 3 de la tarde, llegamos al recinto ferial de Jerez de los Caballeros. Dimos una vuelta para ver todos los stands y tomar algo en alguno de ellos.
Paseando por la feria me llamó la atención un puesto que pertenecía al Ayuntamiento de Tinjan, una ciudad croata que está hermanada con Jerez de los Caballeros y aprovechan el Salón del Jamón para realizar cada año un acto de intercambio de culturas y hermanamiento. El clima allí es similar al nuestro pero el jamón, a diferencia de nosotros, lo sazonan con sal, pimienta, ajo, laurel y romero.
Como ves, van representantes de diferentes ciudades españolas y partes del mundo.
Pero no todo es jamón en la feria, hay otros stands destinados a la cultura o a promocionar el turismo y actividades de la zona.
La noche del sábado la dedicamos a conocer Jerez de los Caballeros siempre de la mano y el saber hacer de Temple Tour.
En este pueblo de Badajoz hay cuatro torres a cada cual más bonita y de estilo barroco, neoclásico, gótico y mudéjar.
El templo más antiguo es del siglo VI y todas las iglesias guardan en su interior auténticas joyas religiosas y artísticas.
Esta zona fue tomada por los templarios en el s. XIII, siendo ellos quienes reconstruyeron la muralla.
Museo-Casa natal de Vasco Nuñez de Balboa
Aún quedan fachadas y balcones de la época señorial y con más auge de Jerez de los Caballeros durante el establecimiento de la Orden de Santiago.
Podría escribir y escribir todo lo que nos contó Pedro, nuestro guía de Temple Tour pero resultaría una entrada demasiado larga y aún así, no le haría justicia a todo lo que vimos y aprendimos.
De veras, este pueblo merece una visita. Cuenta con gran tradición religiosa celebrando la Semana Santa con procesiones que deben estar entre las más bonitas de España por lo que nos contó Pedro.
En Navidad se reprensentó allí el Belén bíblico más grande del mundo que pasará al Libro Guinness de los Récords por contar con 7500 figuritas en 600m2.
Unos días o un largo fin de semana rural es una buena opción para conocer el pueblo, la dehesa, algún secadero… Seguro que te irás con buen sabor de boca y con ganas de volver.
Terminamos el sábado con una cena en el Restaurante Santa María. Si vas allí, termina tu cena o comida con un postre típico llamado Serradura o Baba de Camello hecho con leche condensada, galletas, nata montada y canela.
Agradecer a la Diputación de Badajoz, al Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros, a Temple Tour, a RVEDIPRESS y a los dueños de los stands donde estuvimos, las atenciones recibidas y la oportunidad de poder disfrutar de nuevo del Salón del Jamón y de un pueblo que enamora como es Jerez de los Caballeros.
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