CROQUETAS DE MORCILLA DE BURGOS

La primera vez que probé estas croquetas fue en un bar. Nos las pusieron como tapa. Nos gustaron mucho y a los pocos días intenté hacerlas.

He probado diferentes formas de prepararlas y al final como más nos gustan es con un sabor suave, sin demasiada morcilla, que se mezclen el sabor de la bechamel y la morcilla por igual.

Después de varios intentos, os dejo las cantidades con que las hago para que queden perfectas. Al menos para nosotros…

Ingredientes:

2 cucharadas de mantequilla
4 cucharadas de harina
3 vasos de leche

200g de Morcilla de burgos Ríos
Aceite de Oliva Virgen Extra
Huevo
Pan rallado
Sal

Preparación:

Se le quita la piel a la morcilla y se hace en una sartén sin aceite hasta que esté bien deshecha. Se reserva.

Se echa en la sartén la mantequilla y cuando esté líquida, la harina. Se mezcla bien y se añaden la morcilla y la leche.

Rectificar de sal.

Dar vueltas y vueltas y más vueltas hasta que la masa se despegue de la sartén.

Echar la masa en film transparente y darle forma de rulo.

Dejar enfriar. De esta manera sólo hay que cortarlas y nos ahorramos tener que darles forma con las manos. (foto)

Cortar la masa, pasar por harina, huevo, pan rallado y freír.

Consejo:

Si son muchas, siempre podéis congelar el resto. Una vez que las hayáis pasado por huevo y pan rallado, envolvedlas en film transparente para evitar que se peguen unas a otras, y las metéis en el congelador.

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