Ya se que esta salsa está muy vista, pero llevaba años queriendo hacerla.
Se puede usar para un sinfín de cosas. No sólo es la acompañante incondicional de las «papas arrugás«. También va bien con carne, pescado…prácticamente con todo.
En diciembre leí en «Tomillo, laurel y otras cosas de comer» la receta del mojo. Se lo comenté a una amiga y ella me dijo que cuando vivió en Canarias, un majorero le enseñó a hacer el mojo de esta manera y así es como finalmente lo he hecho yo.
No dejéis de pasar por este blog para que podáis ver otra opción.
Ingredientes:
1 cabeza de ajos (si utilizas ajo morado de Las Pedroñeras, no uses la cabeza entera porque estos son más fuertes)
1 guindilla cayena (limpia de pepitas)
1 cucharilla de café de cominos en grano (generosa)
1 cucharilla de postre de pimentón dulce (rasa)
2 cucharadas de vinagre (prueba y si lo crees conveniente añade una más)
10 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (90 o 100 mL)
Un pelín de sal gorda (puedes prescindir de ella porque las patatas arrugadas estarán saladas)
Elaboración:
Se machacan en el mortero (también puedes usar batidora aunque los puristas prefieren almirez) los ajos, la guindilla, los cominos, el pimentón y la sal.
Cuando todo se haya convertido en una pasta suave, se agrega el vinagre y finalmente el aceite.
El aceite lo eché al final y cucharada a cucharada para no pasarme. Al final, tal y como indico en los ingredientes, fueron diez cucharadas.
Se puede guardar en la nevera y se conserva en buen estado durante mucho tiempo.
Aunque en la foto veáis mucho aceite, cuando lo mezclo bien con un tenedor antes de servirme, todo eso desaparece quedando una salsa espesita.
Gracias a Elo y a Carolina (Tomillo, laurel y otras cosas de comer).
Si queréis ver como se hace el mojo verde, pinchad aquí
Notas:
Se puede hacer también con batidora. De esta manera queda más ligado.
Pero personalmente me gusta más hacerlo en el mortero.