Albondiguillas de Madridejos

Esta es una de las recetas que aparecen en el libro de la DOP Azafrán de La Mancha en el que trabajé durante poco más de un año. Por cierto, puedes descargarlo de manera gratuita aquí o pinchando sobre la imagen que aparece debajo de este párrafo..

Las albondiguillas se hacen siempre que hay algo que celebrar y según Gregoria Carrasco, que es la señora que me enseño a hacerlas, no faltan en ninguna boda de Madridejos.

Solo se hacen ahí y en los pueblos cercanos. Imagino que habrá alguna versión más, tal vez sin vino, pero Gregoria me enseñó a hacerlas de este modo y así las hice yo.

Esta señora, que junto con sus hijas, envasa azafrán manchego bajo la marca Zaffralia , tuvo el honor de salir preparando estas famosas albondiguillas en el famoso programa de TVE «Un país para comérselo», presentado por Imanol Arias y Juan Echanove.

Personalmente creo que son un aperitivo perfecto al que nadie le va a poner pegas. Y aviso, cuando te llevas una a la boca ya no sabes cuando parar porque son puro vicio. ¡Riquísimas como todo lo que se hace con este azafrán!

El Azafrán de La Mancha es una especia que sirve para todo. Para mi es mágico porque mejora cualquier elaboración, ya sea dulce o salada, además, es potenciador natural sin enmascarar el sabor de los ingredientes, simplemente los mejora y todo con muy poca cantidad.

Existe la falsa creencia de que el Azafrán de La Mancha es caro, pero nada más lejos de la realidad. Su precio se debe solo al gran trabajo que conlleva pero usarlo para cocinar no resulta caro porque con pocas hebras tenemos suficiente. 1 g de Azafrán de La Mancha tiene entre 400 y 500 hebras según el año.

Os dejo el enlace de un documento para que leáis en su segunda página cómo usar bien el azafrán de La Mancha y las cantidades recomendadas. Digo recomendadas porque luego cada uno las adapta a su gusto. Según te vas acostumbrando al sabor del azafrán, puedes añadir un poco más. El azafrán de La Mancha engancha. ¡ojo! Quien lo prueba y comprueba que no hay otro mejor, ya no quiere otra cosa, además, las comidas resultan mucho más digestivas que con el colorante que lleva tartrazina, que es un derivado del petróleo.

Y bueno, no me extiendo más, si tenéis cualquier duda, podéis preguntarme o seguir en las redes sociales las cuentas de la DOP Azafrán de La Mancha (Facebook, Twitter, Instagram, YouTube) y preguntarle directamente a ellos.

Agradezco a Gregoria el ratito tan agradable y ameno que pasé con ella hablando, entre otras cosas, de albondiguillas y recetas típicas de nuestra región. Se quedará en mi memoria.

Ingredientes (50 o 60 albondiguillas):

1 Kg de magro de cerdo picado

150 g de jamón serrano picado

70 hebras de Azafrán de La Mancha (unos 0,15 g)

1 pellizco de orégano

100 mL de vino blanco

4 cucharadas soperas de perejil picado

10 o 12 dientes de ajo morado picado

1 docena de huevos

500 g de miga rallada de pan de hogaza (yo usé pan de cruz)*debe ser pan de 3 o 4 días

Aceite de oliva virgen extra (en mi caso Dehesa de Almodóvar)

Elaboración:

Mezcla el magro y el jamón picados.

Tritura el azafrán con ayuda de un papel no adherente que doblarás y frotarás, con una cuchara por ejemplo, hasta que quede pulverizado.

Bate los huevos junto con el ajo, el perejil, la sal y el azafrán que habías triturado.

Añade la carne, el vino y el pan y mezcla todo bien.

Debe tener una consistencia cómoda para hacer las albondiguilas. *ver notas al final

Puedes darle forma ayudándote de una taza pequeña y una cuchara que mojarás de vez en cuando en agua o directamente con las manos bien limpias y algo mojadas también en agua.

Ve colocándolas sobre una fuente y cuando todas estén hechas, fríelas en abundante aceite bien caliente hasta que estén doradas o muy doradas. Cuestión de gustos, ya tú sabes.

Notas:

A partir del minuto 2:24 de este video puedes ver a Gregoria haciendo las albondiguillas. Te servirá de ayuda. La masa, una vez has añadido el pan, no debe quedar ni muy seca ni muy blanda.

Va por ti Gregoria. Muchas gracias por todo.

Blinis con guacamole, salchichón y tomate

Una aperitivo que me encanta y si la base es un blini, queda mejor que si es una tosta o rebanadita de pan.

El guacamole puedes hacerlo con antelación. Aguantará unas horas en la nevera.

Los blinis deben tener tamaño bocado. Cómpralos medianos aunque si te pasa lo que a mi, que el día que los iba a fotografiar sólo encontré blinis grandes, te tocará cortarlos a medida.

Ingredientes:

Blinis

Salchichón o salami

Tomates cherry

Aguacates

Cebolleta

Zumo de lima

Cilantro

Tabasco (opcional)

Aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

Pica mucho la cebolleta y mézclala con el aguacate triturado con el tenedor.

Rocía con un poco de zumo de lima.

Añade sal y tabasco si lo quieres picante.

Calienta los blinis siguiendo las instrucciones del fabricante.

Unta el guacamole y coloca una rodajita de salchichón.

Pon medio tomate cherry y espolvorea cilantro.

Si lo deseas puedes echar un hilo de aceite de oliva virgen extra.

Fácil, ¿verdad? Espero que te guste.

Va por ti.

 

 

Sardinas de cuba aliñadas. Aperitivos con sardinas

Este aperitivo es mérito de mi hermano. Lo hizo él.

Hace poco recordó que un compañero suyo de piso preparaba las sardinas de cuba de este modo y no se si fue porque quiso rememorar su época de estudiante o simplemente las hizo porque se acordó de lo mucho que le gustaban.

El caso es que una tarde, estando en su casa, me ofreció estas sardinas y me gustaron tanto que decidí hacerles una foto y publicar la receta.

Mi hermano dijo que su amigo y compañero, se llama Javi, también le echaba pimiento verde crudo.

Reconozco que nunca me ha gustado el olor de estas sardinas de cuba y me alejaba cuando mi abuelo las comía con naranja pero de este manera me parecieron riquísimas.

Es muy fácil hacerlas. Los ingredientes van a ojo aunque daré cantidades aproximadas.

Ingredientes:

2 sardinas de cuba también llamadas sardinas de cubo, sardinas rancias, guardias civiles o arenques salados.

1 cebolleta grande o 1 cebolla

2 dientes de ajo morado

1 pimiento verde

Perejil picado

Aceite de oliva virgen extra

Elaboración:

Ponte unos guantes.

Coge una sardina. Quítale la cabeza y córtale el borde de la barriga.

Mete el dedo y limpia bien el interior de la sardina.

Ábrela y saca la espina central con cuidado para evitar quitar mucha carne.

Retira también las espinas pequeñas.

Desde el centro de la sardina y en dirección hacia la barriga, mete el dedo y ve separando la carne de la piel.

No deben quedar escamas.

Cuando las sardinas estén muy limpias, pártelas en trocitos y échalos a un cuenco.

Repite la operación con todas las sardinas que utilices.

Pica la cebolleta, los dientes de ajo, el perejil y el pimiento verde. En esta ocasión mi hermano no le echó pimiento pero lo aconseja.

Cubre con aceite de oliva virgen extra.

Déjalo reposar 24 horas como mínimo. Aguanta varios días en la nevera.

Va por ti hermanito.

Javi, gracias por ilustrar a mi hermano. 🙂

 

 

 

Translate »